Carlos Alcaraz volvió a brillar en Nueva York y se metió en los cuartos de final del US Open tras imponerse con contundencia al francés Arthur Rinderknech por 7-6 (7-3), 6-3 y 6-4. El murciano, que todavía no ha cedido un solo set en lo que va de torneo, dio un golpe de autoridad en el Arthur Ashe Stadium y confirmó que es uno de los grandes favoritos al título.
El inicio del partido fue más equilibrado de lo previsto. Rinderknech, con un servicio poderoso, trató de incomodar al número dos del mundo y llevó la primera manga hasta el desempate. Sin embargo, Alcaraz supo manejar la presión con una serenidad asombrosa y resolvió el tiebreak por 7-3 gracias a su agresividad desde el fondo y a un punto mágico que levantó al público: un golpe por detrás de la espalda que dejó desarmado al francés y que ya circula como una de las imágenes del torneo.
A partir de ahí, el choque se decantó por completo. Con el primer set en el bolsillo, el español desplegó todo su arsenal. Afinó el saque, castigó con la derecha y aprovechó cada oportunidad de ruptura para cerrar el segundo parcial por 6-3. En el tercero, Rinderknech se resistió lo que pudo, pero Alcaraz le quebró en el momento justo y selló la victoria con un 6-4 que rubricó una actuación impecable. Su estadística con el servicio impresiona: no ha perdido ningún turno de saque en los cuatro partidos disputados en este US Open, una muestra de la solidez que está alcanzando en su juego.
La victoria tiene además un valor histórico. Con este triunfo, Alcaraz se convierte en el jugador más joven de la era Open en alcanzar trece cuartos de final de Grand Slam. Además, por primera vez en su carrera ha conseguido llegar a esa ronda en los cuatro grandes en una misma temporada, un hito que solo confirma la regularidad que ya se intuía en el joven de El Palmar. La temporada que está firmando es deslumbrante: seis títulos, 58 victorias y la sensación de que todavía no ha tocado techo.
El próximo escollo en su camino será el checo Jiri Lehecka, cabeza de serie número 20, que derrotó a Adrian Mannarino para alcanzar los cuartos. El duelo tiene un sabor especial, ya que ambos se han visto las caras en tres ocasiones previas con un balance favorable a Alcaraz por 2-1. Sin embargo, la única vez que se midieron en pista dura la victoria cayó del lado del checo, lo que añade un punto de intriga al enfrentamiento. Lehecka está creciendo a pasos agigantados y buscará dar la gran sorpresa de su carrera ante un Alcaraz que parece lanzado.
El cuadro del torneo empieza a tomar forma y la posibilidad de un cruce en semifinales con Novak Djokovic, que también avanza sin titubeos, alimenta las expectativas de los aficionados. El público neoyorquino se rinde al espectáculo de Alcaraz, un jugador capaz de mezclar la potencia con la fantasía, el rigor táctico con el atrevimiento. Tras cada victoria, queda la sensación de que el español no solo quiere ganar, sino también divertir y dejar huella en cada pista que pisa.
Con la confianza por las nubes y un tenis deslumbrante, Carlos Alcaraz afrontará su próximo reto con la convicción de que el US Open puede volver a ser suyo. El viernes, frente a Lehecka, tendrá una nueva oportunidad de demostrar que su ambición no entiende de límites y que el número uno del mundo, ahora en manos de Jannik Sinner, está otra vez al alcance de su raqueta.